lunes, 3 de mayo de 2010

Avatar: O como defraudar a muchos y enamorar a otros.



"Chicos, ya no estáis en Kansas. Bienvenidos a Pandora"

Hay proyectos, ideas e ilusiones, que se mantienen durante muchísimo tiempo en las cabezas de miles de personas. Conceptos que maduran, evolucionan y se mantienen en la imaginación de su creador. Luego, al plasmar tal torrente imaginativo y creativo, las cosas pueden salir bien, regular o mal. "Avatar" es la última película del director James Cameron, cineasta que ha tocado varios géneros con resultados geniales en todas y cada una de sus incursiones. Nos brindó las dos primeras partes de la saga de ciencia ficción por excelencia, "The Terminator". Nos alistó al servicio de Marines Coloniales para luchar una amenaza alienígena desconocida en "Aliens" y nos maravilló con la faceta cómica del héroe de acción Arnold Schwarzenegger en "Mentiras Arriesgadas". Pero su obra maestra, la película por la que nadie daba un duro, se presentó allá por 1997, sorprendiendo a propios y extraños: "Titanic". La película en la que el mismo se excuso con un lacónico "la rodé para hundir el barco", demostró lo que se había ido intuyendo a lo largo de su corta pero bien formada carrera: que era un director con un pulso narrativo impresionante.

A James Cameron le da igual plantearte durante viente o cuarenta minutos la presentación de sus personajes protagonistas. En "Aliens", desarrolla durante casi media hora la situación, vida y costumbres de un escuadrón de militares. Te presenta a los integrantes del equipo, los reconoces y llegas a creer que los conoces de toda la vida. En "The Terminator" y "The Terminator 2: Judgment Day", ocurre exáctamente la mismo. Plantea una situación durante gran parte del metraje, la desarrolla y luego, la resuelve. Todo ello se volvió casi perfecto en "Mentiras Arriesgadas" y se convirtió en magistral en la ya comentada,"Titanic". Por eso, cuando se habló de que su siguiente proyecto sería una obra de ciencia ficción, los comideros de revistas y periódicos del mundo del cine, se dispararon. Aún internet no estaba asentada, y las legiones de fanáticos que vendrían más tarde (sí, aquellos en los que el sentido crítico brilla por su ausencia), no habían hecho piña.

Han sido años de cambios, rumores, cancelaciones y retrasos en la concepción del difícil y complejo mundo de "Avatar". No fueron pocas las voces que se levantaron a animar la cancelación y termino de semejante producción. El presupuesto se disparó unas cuantas veces, y la utilización de la tecnología necesaria y pertinente de la cinematografía en 3D, adquirió un peso determinante. El mismo James Cameron fue consciente del material que podría llegar a tener entre manos cuando terminó de rodar "Titanic" y se puso a rodar documentales con tecnología IMAX. Sabía que era capaz de dar un salto mayor, y que las herramientas necesarias, de no estar disponibles, se tendrían que crear. Pero era el siguiente paso, el siguiente nivel. Cineasta aventurero en cuestiones técnicas (revolucionó el mundo de los FX por ordenador con la segunda parte de "The Terminator" y el impresionante terminator de metal líquido, T-1000), se armó de valor y de una fuerte inyección monetaria y se equipó con las modernas cámaras PACE Fusion 3D HD, unos enormes mastodontes que montan un doble objetivo y graban la imagen en Alta Definición y en tres dimensiones. Todo estaba listo. James Cameron tiene su tecnología, ha gestado durante más de una década un universo propio y ha preparado (según él) "a consciencia el guión".

Guión, que a priori, es sencillo. "Avatar" nos propone viajar a un mundo conocido como Pandora, donde los seres humanos han encontrado un preciado mineral que se vende a un alto precio en el mercado. Allí toparán con una raza tribal conocida como los Na´vi, criaturas de aspecto felino de más de dos metros de alto, difíciles de matar y muy testarudos y territoriales. Durante años, los científicos y la delegación militar han intentado buscar una solución medianamente pacífica al eterno conflicto, con programas de educación y pacificación, pero la cosa se estancó. La principal baza del programa, es utilizar los cuerpos genéticamente modificados (con ADN humano y Na´vi) llamados "avatares". Con ellos, el choque de culturas es mucho menor, y se pueden conseguir mejores resultados en los estudios de la flora y fauna, aparte de otorgar libertad y seguridad en el complicado entorno de Pandora. El destino hará que Jake Sully (interpretado por Sam Worthington), un militar paralítico, llegue al maravilloso y peligroso mundo de Pandora y cambie su vida para siempre.



El trabajo de creación de Pandora ha sido realmente complicado. Weta Workshop, Weta Digital e ILM han trabajado durante años en crear un universo verosímil, rico y variado, dotado de personalidad propia. Pandora es un planeta que vive bajo la órbita de Polifemo, un planeta enorme, de gran parecido a Júpiter. Pandora tiene una atmósfera peligrosa, llena de gases muy tóxicos para la vida humana (deben ir con máscaras de gas si salen al exterior), y que da como resultado, que las criaturas que viven en semejante entorno, sean enormes y potencialmente peligrosas. La gravedad es muy parecida a la que tenemos en la Tierra, si bien hay un cierto punto del planeta, donde por influencia del alto poder de atracción gravitacional de Polifemo (el planeta que abraza a Pandora), dichos parámetros no son del todo exactos. Allí las rocas y montañas flotan, y los instrumentos de navegación se vuelven locos. En Pandora, aparte de los indígenas Na´vi (que viven en varios puntos del planeta, con diferencias culturales pequeñas entre dichos grupúsuclos), habitan una serie de criaturas salvajes, como los Thanator o los Banshees. Los primeros son unos enormes depredadores muy territoriales, con gran parecido en costumbres y vida a las panteras de la Tierra, y los segundos, enormes pájaros que surcan los peligrosos cielos de Pandora. También tenemos peligrosas y bellas plantas, árboles de miles de metros de altitud o enormes y tempestuosos océanos. Si algo hay que agradecer a James Cameron, es la impresionante muestra de poderío e imaginación que representa Pandora en sí misma. Sin ir más lejos, el mismo director, cuando solían preguntarle donde había estado durante tanto tiempo, simplemente respondía: "He estado en Pandora". Weta Digital y Weta Workshop han dado a luz un mundo tan realista o más al que vimos en el 2005 con "King Kong" de Peter Jackson.

El punto de partida de la historia, como habéis visto, es simple, y Cameron no se preocupa en (una vez más) plantear y presentar la situación durante gran parte de la primera mitad de la película. Con la excelente voz en Off de Sam Worthington (Jake Sully en el film), coloca a los personajes, nos muestra levemente sus carácteres y personalidades y los pone a danzar entre selvas y bichos. Una situación que podría ser un excelente inicio para la posterior aventura, pero que, conforme avanza el reloj, uno se acaba dando cuenta de que es un simple pretexto para una historia demasiado común y tópica. De hecho, la historia apenas avanzará hacia los derroteros propios del cineasta (grandes nudos y mejores resoluciones), y acabará siendo un refrito y pastiche argumental de otras películas, dando un resultado bastante dispar en según que situaciones. Si bien todos partíamos de que nos enfrentábamos ante la conocida historia de "choque entre dos culturas con historia de amor de por medio" tan vista en el cine ("Bailando con Lobos", "Pocahontas", "El Nuevo Mundo" o incluso aquél bodrio de animación australiano, "FernGully"), conociendo a Cameron, bien podríamos haber esperado algo más, algún toque de genialidad extra.

Pero no ha sido así. Los personajes excelentemente presentados y caracterizados (con una especial atención y mención a Stephen Lang como el omnipresente coronel y a la siempre excelente Sigourney Weaver) son meras marionetas de fondo para la historia de amor entre Jake Sully y su avatar, y la indígena Na´vi, Neytiri (encarnada por Zoe Saldana). Historia de amor que vivirá absolutamente todos los momentos que esperáis ver. Tendremos momentos de enseñanza, de aceptación, de confrontación y choque cultural...Con lo que volvemos al punto de partida. Es exactamente lo mismo de siempre. En los tiempos que corren, es muy difícil pedir originalidad a una historia cinematográfica, pero de vez en cuando, se dá dicho "rara avis". Una película que sorprenda, que cambie, que modifique, o que simplemente, muestre una evolución real de un género determinado. Películas que muestran pequeñas pinceladas que hacen diferenciar el tronco principal de una película del resto. Que las eleva a un nuevo nivel. Y son dichas pinceladas, esenciales en el cómputo global, las que acaban levantando a la cinta en cuestión del resto de sus compañeras de género y medio. Lo que acabo de decir podría haber pasado con "Avatar"; Trístemente, no ha sido así. Pues si estáis esperando que durante la película se encuentre algo a nivel argumental que la convierta en diferente, en algo nuevo, estáis muy equivocados. Si bien es cierto que "Avatar"sigue la típica construcción de una película de James Cameron (buen planteamiento, un nudo complicado y una resolución magnífica) es la falta de genialidad en la historia de amor y su absoluta sensación de deja vu la que echa al traste el principal nudo del film. También tenemos un cierto transfondo ecológico bastante diluído durante gran parte de la obra, pero que cobra un especial protagonismo conforme se acerca el clímax final, y que como bien han apuntado determinados críticos, es una copia casi perfecta (un fusilamiento literal de la idea y del planteamiento) de la moralina que nos brindó el maestro Hayao Miyazaki en "La Princesa Mononoke", que por cierto, también tiene una historia de amor entre dos personas de diferentes mundos y costumbres. ¿Casualidad? Probablemente.



Y ojo, no se debe a que los efectos visuales nos tiren hacia atrás. Al contrario. El nivel técnico y visual de "Avatar" es absolutamente intachable, como ya hemos comentado anteriormente. Los Na´vi son creíbles, tangibles, y las reacciones y actuaciones de los actores son reconocibles. Sabrás que hay una persona detrás de cada bicho azul, y que sus gestos, miradas y actos son reales, y no animaciones baratas o capturas de escaso trasfondo. Se aprecia que hay un laborioso trabajo detrás, y es por eso, por lo que la sensación agridulce es aún mayor. Uno no se puede olvidar que teniendo en cuenta la laboriosa concepción de tremendo universo y de semejante tecnología, la historia tendría que haber estado a un nivel mucho mayor. No se puede decir en que la historia es una simple excusa para demostrar la tecnología de la que se dispone. Eso lo hacen directores chusqueros y facilones, como Michael Bay (que ha ido vendiéndose progresivamente en su carrera). James Cameron es un director que supedita los efectos especiales a la historia, si bien demuestra tener siempre a mano los mejores medios disponibles. Si seguimos la excusa barata que muchos han blandido como defensa a la escasita historia de "Avatar", "Transformers 2" no hubiera sufrido semejante paliza por parte de la crítica o los espectadores, pues de efectos especiales funciona a un nivel brutal, y de historia, pues mejor dejarlo. Es muy difícil, pero hay que tener criterio y ser consecuentes. Y lo digo por todos: ni "Avatar" es una obra maestra como muchos han dicho, ni es un bodrio de proporciones bíblicas. Simplemente, falla donde no debería de hacerlo. "Avatar" solo tropieza ahí (a nivel argumental y de construcción de guión), y se podría decir que ni falla, pero es que sus niveles artísticos, técnicos y visuales son tan grandes, que un simple bajón o descuido en cualquiera de los otros aspectos, se nota el doble. Y más viniendo de quién viene. "Avatar" podría haber sido una oportunidad excelente para mostrar una historia, (que si bien no puede eludir los compromisos de la manida y vista historia de amor entre personas de diferentes mundos) de nuevas oportunidades, de redención y de la oportunidad de una nueva vida para todo aquél que ya la perdió (en relación directa al protagonista de la cinta).

Y es un problema, que verdaderamente, se podría haber solucionado. Es decir, si la película cuenta con una buena base de actores, un gran comienzo y una serie de historias de trasfondo bien planteadas (tal y como se puede ver en los primeros y excelentes veinte minutos del comienz), no es difícil desarrollar una historia personal del protagonista principal. En cambio, se nos cuelan una serie de "capítulos" narrados mediante el videoblog de Sam Worthington , recurso, que bien presentado podría haber ayudado a la película para tener una narración coherente y para nada desprendedora de la sensación "Deux Ex Machina" que va dejando el film conforme avanza. En "Avatar" los personajes desfilan, hacen cosas y luego tienen un final. Pero no te importa, no te sientes identificado con ellos. Y vuelvo a repetir, los actores no lo hacen mal, pero sus personajes, no son nada. Son simples y llanos "maniquíes". Y eso mata a la película, pero no solo a la presente "Avatar", si no a cualquier film que se precie . Si no te identificas y tienes una relación con un personaje o con su historia, no te sientes preocupado o emocionado por él pase lo que le pase. ¿Qué muere fulanito? No nos importa. ¿Qué fulanito al final se acaba convirtiendo en un aguerrido ecologista y activista? Vale. "Avatar" tiene un par de momentos muy espectaculares en cuanto a secuencias (y casualmente, una de ellas es prácticamente al inicio) y la otra casi al final. Secuencias en las que aparece levemente el talento de Cameron, y que al buen aficionado al cine, le servirán para dos cosas: La primera, para levantar el puño en alto y decirle a todos que aún queda gente que sabe rodar bien secuencias de acción, y la segunda para cagarnos en el mismo hacedor de la película por no demostrar con mayor ahínco eso mismo en el resto del metraje.

Dejando la historia como principal problema, todo lo demás es impresionante. El uso de las cámaras 3D PACE Fusion nos ofrece escenas visualmente impactantes (sobre todo en profundidad de campo), y por primera vez, nos aleja un poco del concepto de atracción de feria tan común en el cine en tres dimensiones. "Avatar" usa la tecnología para ofrecer y sugerir, y no para asombrar al respetable con trucos baratos. Tendremos escenas donde podremos casi tocar cualquier objeto que se presente en la habitación, otras donde las flechas saldrán de la pantalla o donde creerémos apreciar todas y cada una de las hojas del árbol que tendremos delante. El uso del 3D, si bien puede parecer testimonial en la gran mayoría de las escenas, es lógico y no abusivo, y se agradece, pues muchos nos temíamos que las salas de cine se convertirían en los nuevos puestos ambulantes de los feriantes del siglo XXI. Aún así, tened claro que todo esto se usará para vender más teles, más reproductores y más videojuegos. Una cosa no quita la otra.


¿Es entonces "Avatar" la revolución cinematográfica que todo el mundo esperaba? Es complicado de saber y concretar. A nivel técnico, estoy seguro de que lo es. Ha cambiado el concepto de rodaje y de post-producción visual. Han cambiado el concepto de efectos visuales. Ha elevado tales construcciones artificiosas a un nuevo nivel, y eso se nota. Lo vimos con Gollum en "El Señor de los Anillos" y lo volvimos a ver con "King Kong", ambas del director neozelandés Peter Jackson. Pero James Cameron podría haber dado mucho más de sí. Quizás su excelente carrera juega en su contra, y las expectativas (levantadas por todos, incluído el mismo director) han sido demasiadas altas, y eso ha podido matar a la película. Película, que vuelvo a repetir, no es en absoluto mala, pero no es lo que podría haber sido de arriesgar un poco más o trabajar levemente el guión en aquellos puntos que falla estrepitosamente. Es cierto que la historia pondrá en su sitio a todos, y hasta que no pase el tiempo prudencial desde su estreno, no sabremo si es o no la revolución y el clásico que muchos dicen ver. ¿Hay que ir al cine a verla? Absolutamente, y sobre todo en una sala 3D.



El cine en 3D es una tecnología que si bien lleva con nosotros desde hace mucho tiempo, acaba de empezar su segunda juventud, y es difícil saber si dentro de uno o dos años, veremos nuevos resultados a la altura de la presente película, o incluso superiores. Lo que sí podemos afirmar sin temor ninguno, es que "Avatar" es la mejor película a nivel técnico que jamás se ha proyectado en sala alguna, y que ha abierto el camino al cine del futuro. Y por ello, es una experiencia que nadie que admire o aprecie ligeramente el cine, debe perderse. Y la sensación es agridulce, pues personalmente, me hubiera encantado decir "Cameron, lo has vuelto a hacer" y poder contar con una nueva obra maestra en su excelente (y ya no perfecto) historial cinematográfico. Una lástima.

Os dejo la banda sonora.



http://open.spotify.com/album/1H81jGoWeLI8ufq42GfDPn

(Copiad el siguiente enlace en vuestro navegador, pinchad en él, y tendréis el disco para escucharlo mediante Spotify)

* James Horner – “You Don’t Dream in Cryo….” (track length: 6:09 minutes)
* James Horner – Jake enters his avatar world (5:24)
* James Horner – Pure spirits of the forest (8:49)
* James Horner – The bioluminescence of the night (3:37)
* James Horner – Becoming one of “The People” Becoming one with Neytiri (7:43)
* James Horner – Climbing up “Iknimaya – The Path to Heaven” (3:18)
* James Horner – Jake’s first flight (4:49)
* James Horner – Scorched earth (3:32)
* James Horner – Quaritch (5:01)
* James Horner – The destruction of Hometree (6:47)
* James Horner – Shutting down Grace’s lab (2:47)
* James Horner – Gathering all the Na’vi clans for battle (5:14)
* James Horner – War (11:21)
* Leona Lewis – I See You (Main Theme from Avatar) (4:20)

Como nota, os diré que James Horner ha parido una BSO excesivamente parecida a la vista en "Troya" y con demasiadas influencias de otros compositores como James Newton Howard o Hans Zimmer. Hay pistas en las que dichos toques, son bastante descarados y obvios a poco que se tenga un cierto oído musical.

Perdón por el retraso.

Hasta la próxima.

WPM

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